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DAS # 43
Ni ganas que tengo de pulsar secuencialmente las teclas para formar palabras, frases y un texto. Hace apenas una hora, el termómetro saliente de mi axila marcaba unos nada despreciables 38.1º.
Y es que momentos antes desperté sobresaltado, casi taquicárdico, con el agravante de un furtivo ataque de tos que no mejoraba para nada la situación: a cada golpe de tos, sentía cómo una garra invisible apretaba el interior de mi pecho, haciendo presa de la bomba que riega la vida.
Pero voy al grano. Y es que hace mucho, y muchos años, creo que tendría unos dieciséis, estuve unos días con fiebre. Lo que me resultó curioso fué lo que soñaba, que tiempo después e informándome de mejor o pero manera, parecieron ser sueños delirantes provocados por la subsodicha fiebre.
Pues hoy me pasó algo igual. Y digo igual porque tengo buena memoria gráfica, y recuerdo que entonces el sueño, o la pesadilla en cuestión, fué de lo más surrealista.
Os cuento...
Habéis estado alguna vez en una piscina, bajo el agua, dejando vuestro cuerpo a merced del líquido elemento, no? Imagino que sí...
Y que oíais los sonidos del exterior como amortiguados por una pared de algodón, lejanos, pero sabiendo que los gritos y chillidos del exterior están precisamente al lado.
Pues ésa es la banda sonora del sueño. Perdón, pesadilla. Y me encuentro en ése estado de ingravidez placentera,sorda pero a la vez...incómoda. Y en un momento dado, comienzan a bajar desde arriba unas gigantescas agujas de coser, que ,para que os hagáis a la idea, un adulto apenas podría rodear con sus brazos.
A la vez que se producía ése desfile vertical de agujas gigantes al vacío, un profundo sonido, ilocalizable en su origen, zumbaba mis oídos haciendo sordo el resto del sueño, que, a la postre, lo que creía oír en sueños no era más que el sonido de fondo de la tele de casa.
No sabría describir ése sonido, ése zumbido. Quizás el eterno OM sería lo más parecido.
Delirante.
Entonces desperté, taquicárdico, sudoroso, nervioso y con un fuerte ataque de tos.
Vaya. No sé si creer en las casualidades, pero lo de ésta tarde ha sido EXACTAMENTE IGUAL.
¿Un patrón para la fiebre ésta pesadilla?
¿Por qué la misma después de...25 años?
Hay cosas que siempre escapan al conocimiento sobre el comportamiento de la cabeza. Nos queda mucho por descubrir. Pero me ha parecido tan curioso, que no he podido evitar escribir sobre ello.
No valen las presuntuosidades de que pudiera haberme parecido...que quizás lo de hoy me ha parecido que fué también entonces...no.
Recuerdo perfectamente aquella ocasión cuando vivía en Valencia, estuve con fiebre y tuve ésta misma pesadilla.
Cuanto menos...curioso.
david.sac, agosto 2012
